domingo, 17 de octubre de 2010
García en su peor momento
La “cachetada presidencial” es un hecho bastante simbólico que nos muestra con mucha transparencia la naturaleza del poder en el país: mientras que unos pegan (el Presidente), otros censuran (los dueños de medios) y otros justifican (el presidente del Poder Judicial). De lo que se trata, finalmente, es de proteger al poder político hoy encarnado en la figura presidencial. El límite de la libertad de prensa, por lo tanto, es el poder mismo del cual los medios de comunicación son parte importante y no el ejercicio del derecho.
La semana pasada todo el País ha sido testigo de otro lamentable y bochornoso acto del Presidente de la Republica y representante de todos los peruanos. La acción irrespetuosa de este joven Richard Gálvez al mandatario de la nación, es sin duda censurable y la ley, para este tipo de acciones, determina un castigo. Ese y no otro debió ser el camino a seguir, después de producido el hecho, el agresor debió comparecer ante un juez (representante –único a determinar el castigo por la falta cometida). Sin embargo en el Perú tenemos un Presidente Sui generis. No es primera vez que sucede , en 2004 cuando el Partido Aprista se encontraba en la oposición Política del Gobierno de Alejandro Toledo , y el movimiento sindical realizo un paro nacional con apoyo de fuerzas políticas entre ellas el APRA , la marcha realizada en plaza dos de Mayo, donde participo el actual Presidente García, ocurrió un hecho algo similar, un ciudadano de apellido Lora, se interpuso entre la comitiva, delante del ciudadano Alan García Pérez, este reacciono violentamente dándole un puntapié, sacándolo de su camino.continua...
Editor del Norte
Suscribirse a:
Entradas (Atom)