sábado, 21 de enero de 2012

La Huachafería y Peruvian Parade.




Lucio Agustín Torres*




Una piedra en el zapato, es un libro escrito por el periodista peruano Cesar Hildebrandt, cuyo ensayo intelectual es la re-producción de sus columnas de opinión, 2006 – 2011.

En sus cuatrocientas setenta y cuatro páginas, que contiene el libro habla, entre otros temas, sobre la huachafería peruana, y con la irreverencia irónica que lo caracteriza nos dice: “La huachafería es un sarro peruano que no te lo quitas ni con ácido muriático. La palabra “huachafo”- término de origen colombiano divulgado entre nosotros por el escritor Jorge Miota, implica la impostura de aparentar ser mas, tener más o saber más. También supone, como correlato derivado de lo anterior, la urgencia de tener dos vidas angustiosamente paralelas: la pública, donde se construye al personaje que queremos ser, y la privada, donde somos a pierna suelta lo que nos sale del forro. Encubre, por lo general, a un farsante que podría ser divertido sino fuera logrero (1) y arribista”.

A raíz de la migración de peruanos al exterior, la huachafería, con patente peruana, se ha exportado a los lugares donde radican las comunidades de compatriotas, es el caso de Peruvian Parade, (NJ-USA) donde un grupo de huachafos, se han arrogado la representación, de una de las comunidades peruanas más grandes del nor-este en los Estados Unidos. Para tener una idea de lo afirmado, la última asamblea realizada con motivo de las nuevas elecciones, se realizó con la presencia de menos de veinte miembros.

Según estadísticas del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre peruanos en el Exterior-2005, solo Paterson tendría   37,672 ciudadanos peruanos residiendo en ese pueblo de la Unión Americana.

Pero estos Huachafos, cuyo apelativo les cae de maravillas, hacen uso de una serie de adjetivos rimbombantes a la institución, la llaman: “El Icono”, “La madre de todas las instituciones”, “La institución representativa de todos los peruanos”, “La institución más grande de peruanos en el exterior”. ¿Cuál es la razón?; vender la idea a las autoridades del Perú y de los EE.UU. que Peruvian Parade es una “gran institución”.

Y la mejor prueba de lo que afirmamos es la participación, de dos fracasados ex-candidatos a la presidencia del Perú, con diferente “suerte” uno del otro. Para recibir un baño de popularidad en el desfile del 2010 -en plena campaña electoral-, cuya presencia, ocasionó la ruptura y, en algunos casos, la amistad, al haber elegido permitir desfilar al líder de la chacana y no a la candidata de la corrupción, al final, igual perdieron las elecciones peruanas ambos candidatos.

Los hechos descritos, son también una de las razones, de la pugna existente en estas nuevas elecciones. Pero siguiendo con nuestro análisis, recordarán los amigos lectores, sobre todo los residentes del área tri-estatal, la anécdota de la re-elección del gobernador Corzine (El político siempre utiliza manifestaciones populares, para darse un baño de popularidad), tuvo la “brillante” idea de participar en dicho desfile y sudar la gota gorda, al caminar la distancia de Crooks Ave. Y el City Hall de la ciudad de Paterson, punto de finalización del desfile, pensando que todo ese apoyo popular garantizaría su re–elección. Ya sabemos que fue todo lo contrario: perdió dicha elección.

Así ha sucedido con todos los políticos que han desfilado a lo largo de los veinticinco años que tiene Peruvian Parade. Y los huachafos dicen que la institución es apolítica.

Bertolt Brecht, intelectual alemán del pasado siglo, escribía: “El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de las papas, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.”

Siempre hemos creído, que estos antecedentes contradictorios, desvirtúan el propósito por el que fue creada Peruvian Parade.

Por supuesto estos huachafos realizan sus actividades entre ellos. En las fiestas visten de blanco, para tapar sus miserias e ineptitudes, se condecoran entre ellos a condición de que el homenajeado llene las mesas de gala con sus familiares y piquichones que nunca faltan, tienen sus periódicos, donde publican sus fotografías, y por supuesto sus periodistas, escuderos de la vergüenza, mediocridad y corrupción, existente en la institución, la prensa chicha, tiene como editorial el silencio y la complicidad: todo por un plato de lentejas. Tienen su televisión, donde transmiten la telenovela de su decadencia como grupo social, donde aparece en pantallas el cinismo, la mentira y su escasa preparación académica.

Pero eso sí; en ejercer la democracia nadie les gana, aquí la opinión, sugerencia o idea de las personas no tiene ningún valor. Los huachafos piensan, “El voto es un número” y para alcanzar la mayor cantidad de votos, le dan un valor de compra, digamos U$.15 dólares, (firma aquí, de la inscripción no te preocupes…nosotros pagamos). Eso basta para recolectar firmas, como panes que compras en el mercado.

Las últimas tres elecciones llevadas a cabo, han sido ganadas por la lista que mas firmas compró. Hoy algunos huachafos se jactan de haber alcanzado una “histórica” cifra de recolección, (1,500 entre ambas listas participantes). ¿No es esto acaso una mentalidad gamonalista?

Para quienes han leído un poco de historia del Perú, saben perfectamente como eran manejados los procesos electorales en el tiempo del latifundismo, el gamonal reunía a sus peones y a la población indígena, les entregaba butifarra y cañazo, cuando las personas se encontraban “alegres”, por efectos del alcohol, se le subía en camiones y se los llevaba al centro de votación.

Hoy en plena era de la tecnología, los huachafos que han manejado los hilos de la institución todos estos años, con la misma mentalidad feudal en su versión moderna, reúnen a la gente en un restaurante, en vez de butifarra y cañazo, ofrecen pan con chicharrón y café, luego los suben en buses y a votar se ha dicho. Sin embargo, la crisis institucional ha ido produciendo bandos que se disputan la directiva en cada elección.

Y como la sinvergüencería es familia de la conchudez, se proclaman ganadores con una sola lista – ya ni proceso de votación realizan. ¡Viva la democracia de Peruvian Parade!

¿Pero que ha brindado la institución a sus socios en estos 25 años? ¿A la Comunidad Peruana, como les gusta expresarse a los huachafos?

La institución no tiene local, cambia de dirección física, conforme cambian las respectivas directivas, ni siquiera tiene un teléfono propio. ¿Se imaginan los archivos documentarios? , ¿Y si se realiza una auditoria, cuantos serán los responsables de este desmadre? ¿Y la contabilidad, el manejo de dinero? ¿Cuántos miembros pertenecen a la institución?  ¿1,500? - ¿1,300?, ¿200?   Como el padrón que tiene la directiva saliente, ¿600? Que es la bolsa de votantes con la que gano “la nueva generación”, la directiva de los hijos de papá, cuando todo era unidad entre los huachafos.

Hoy se están sacando los ojos en las redes sociales, por un lado la derecha bruta y achorada (DBA), y por otro lado la derecha vieja guardia (DVG), únicos responsables de la crisis institucional.  Si tuviéramos que diagnosticar la realidad de Peruvian Parade en términos médicos, el diagnostico es un tumor que necesita ser extirpado, antes que sea demasiado tarde.

La re-estructuración  de la organización, se hace urgente, así como la necesidad de modernizar los estatutos institucionales  y la elaboración de un manual  electoral que brinde reglas claras, para futuros actos electorales, democráticos y participativos, acorde con una comunidad tan representativa  ¿Es tan difícil lograrlo?



(1)  Sinónimo de logrero: oportunista, especulador, acaparador, usurero, agiotista.


* Director Grupo Editor del Norte.