sábado, 19 de enero de 2013

Las cifras de la desigualdad






Por Lucio Agustín Torres



La crisis financiera de 2007 y la gran recesión que le siguió dejaron a la deriva a un gran número de estadounidenses, en medio de los restos del naufragio de una forma de capitalismo cada vez más en crisis. Cinco años después, uno de cada seis personas que viven en los Estados Unidos, desean un trabajo a tiempo completo, pero sigue sin encontrarlo; aproximadamente ocho millones de familias han recibido la orden de abandonar sus hogares, y varios millones más prevén que van a recibir una notificación de desahucio en el futuro. (1); una cantidad aun mayor de ciudadanos vio como parecían evaporarse los ahorros de toda la vida. Sin embargo, para 2012, muchos ya habían renunciado a toda esperanza: quienes perdieron sus empleos en 2008 o 2009 ya se habían gastado sus ahorros. Los cheques del subsidio de desempleo se habían agotado. Las personas de mediana edad, que antes confiaban en reincorporarse rápidamente a la población activa, llegaron a la conclusión de que en realidad habían sido jubilados a la fuerza. Los jóvenes, recién salidos de la universidad con deudas de decenas de miles de dólares, no pueden encontrar trabajo de ningún tipo.

Pero estas cifras inverosímiles, negativas y chocantes pertenecen al 99% de la población, gente como usted y como yo, que estamos siendo castigados por la usura de unos pocos, culpables de, este desmadre, llamada crisis económica.

Sin embargo, Oxfam (2)– una organización internacional que lucha a favor de la justicia y la paz, acaba de presentar un trabajo académico, revelador, a todas luces -que nos da mayores cifras, pero; esta vez del 1% es decir: Los amos del Mundo.  Aquí algunos datos:

El 1% de las personas más ricas del planeta han incrementado sus ingresos en un 60% en los últimos 20 años y la crisis financiera no ha hecho más que acelerar esta tendencia.

Los ingresos en el 2012 de las 100 personas ricas del mundo podrían acabar cuatro veces con la pobreza mundial.

Oxfam advierte de que la riqueza y los ingresos extremos no solo no son éticos, sino que además son económicamente ineficientes, políticamente corrosivos, dividen a la sociedad y son medio ambientalmente destructivos.
“No podemos seguir fingiendo que la generación de riqueza por unos pocos beneficiará al resto – y muchas veces la realidad es la contraria.
“La concentración de recursos en las manos del 1% más rico debilita la actividad económica y hace la vida más difícil para el resto – particularmente para los más vulnerables y los más pobres.”
“En un mundo en el que incluso los recursos más básicos, como la tierra y el agua son cada día más escasos, no podemos permitirnos concentrar activos en las manos de unos pocos y dejar a la mayoría pelear por lo que queda.”
El 99% de la población tiene que darse cuenta que siempre son engañados por el 1% - que lo que conviene al 1% no es los que le conviene al 99%. El 1% ha hecho todo lo posible por convencer a los demás de que no es posible un mundo alternativo.
Sinceramente, hemos llegado a una situación de real sobrevivencia.





NOTAS:

1-El Precio de la Desigualdad, 2012 - Joseph Stiglitz.
2-El coste de la inequidad: cómo la riqueza y los ingresos extremos nos dañan a todos –PDF (ingles)



DIRECTOR GRUPO EDITOR DEL NORTE