Lucio Agustín Torres
El techo de deuda de EE.UU. existe desde hace casi un
siglo y establece la cantidad máxima de dinero que EE.UU. puede prestar
legalmente. En 1917 el país introdujo el límite de la deuda. Desde 1960, el
Congreso ha elevado el techo de la deuda 78 veces. Si EE.UU. declara
un impago, este 17 de octubre, fecha clave, el sistema
financiero mundial "comenzará a congelarse", La economía de
EE.UU. se deslizaría hacia la recesión y la economía global se vería
rápidamente afectada. Un incumplimiento prolongado de EE.UU. daría lugar a la
pérdida de empleos en todas partes y a condiciones de financiación mucho más
duras para empresas y personas. Un corto período de incumplimiento también
podría tener un efecto negativo, ya que dañaría la confianza en el sistema
financiero mundial.
UN
POCO DE HISTORIA
Ninguna economía en el mundo puede limitarse
sencillamente a activar sus máquinas de impresión y crear tanto dinero como
quiera, ya que esto convertiría su moneda en una moneda sin valor.
Bajo el sistema financiero de Bretton Woods, establecido
en 1944, la cantidad de moneda en circulación estaba relacionada con las
reservas de oro. Sin embargo, en 1971 EE.UU. abandonó este sistema y comenzó a
incluir un número de otros factores económicos, sobre la base de una capacidad
reconocida para pagar la deuda y evitar la inflación y mantener el
comercio ordenado con el resto del mundo.
La parálisis fiscal que hoy afecta al país bastión del
capitalismo, es una clara muestra de lo que espera a todo el planeta.
DEUDA
IMPAGABLE
El pago de una deuda en cualquier País - es sostenible,
cuando se asume con los ingresos que puede reunir un gobierno después de haber
cubierto las necesidades humanas básicas: sin aumentar la pobreza, sin
deteriorar el medio ambiente y sin comprometer futuras perspectivas de
desarrollo humano.
Sin embargo todos hemos sido testigos en las últimas
décadas de los gastos de defensa principalmente debido a las costosas guerras
en Irak, Afganistán y otras regiones. La llamada "guerra contra el terror"
también ha contribuido en gran medida a la carga de la deuda, La
crisis económica de 2008 - Además de cientos de miles de millones de dólares
destinados al rescate de bancos en quiebra de Wall Street que acumularon
demasiados préstamos tóxicos, el gobierno de EE.UU. también asignó grandes
cantidades a programas sociales vitales para ayudar a los desempleados, cuyo
número creció a consecuencia de la crisis. Los recortes fiscales de la era Bush
para las grandes empresas y la reducción cada vez mayor de los ingresos medios
incrementaron la deuda. Todo el mundo sabe que no hay como devolver esa deuda y
la acción del Congreso de impedir que se siga elevando el techo de la deuda
responde más que nada a causas ideológicas. El punto crucial es que si el
Congreso se niega a elevar el techo de la deuda, la situación de Estados Unidos
se hará aún más precaria y dejaría al descubierto el fracaso del modelo
capitalista implantado por Estados Unidos. Un impago de la deuda sería un
desastre para la posición del gobierno en los mercados mundiales de bonos y
daría lugar a una fuerte rebaja de su calificación crediticia, obligando a un
aumento en la tasa de interés, provocando una caída en dominó de las
principales economías del mundo. Estados Unidos entraría rápidamente en
recesión y en su declive arrastraría a todo el mundo, esta vez muy debilitado
para contener una nueva crisis.
CONCLUSIÓN