Por Lucio Agustín Torres*
Tras cinco años de recesión económica
mundial, los cimientos de la sociedad capitalista se han visto sacudidos de
arriba abajo. En este periodo, las medidas adoptadas por los gobiernos que
aceptan la lógica de la austeridad y los recortes han inducido a un
agravamiento de todos los indicadores económicos, dejando paso a un ambiente
general de desconcierto, temor y enfrentamientos cada vez más profundos y
abiertos entre las grandes potencias. La crisis de sobreproducción general no supera
en ningún país desarrollado afectado por la crisis inicial de la burbuja
inmobiliaria y amenaza con hacerse más dura, conduciendo en no pocos casos a la
depresión.
La crisis capitalista, y la destrucción de
fuerzas productivas que ha provocado, arrastran a la miseria, al desempleo y la
marginalidad a millones de hombres y mujeres en todo el mundo. Todo el sistema
ha entrado en un periodo de decadencia y descomposición que obliga a la
clase dominante a lanzar una ofensiva furiosa contra todas las reformas del
periodo precedente al 2008. Esa es la esencia de las políticas de ajuste y
austeridad, de expoliación y empobrecimiento de las masas, que lejos de suponer
un capricho de la reacción muestran la putrefacción del sistema capitalista.
Ahora, las mismas instituciones: (FMI) –
Responsables directos del desmadre económico, anuncian sin ruborizarse: “A
pesar de que los riesgos de sucesos extremos para las perspectivas mundiales
han disminuido - ahora existen riesgos por la recuperación, los riesgos a la
baja aún predominan y podrían tener efectos indirectos importantes en toda la
región” es decir; predicen baja en el crecimiento económico Mundial, A juicio del
FMI la economía de EEUU crecerá el 1,7%, o sea, tres décimas menos que la tasa
del 2% recogida en la previsión anterior, mientras el PIB de Japón registrará
un incremento del 1,5% frente al 1,2% pronosticado en enero pasado. En cuanto a
las economías emergentes, "aún hay obstáculos que obstruyen el proceso de
su recuperación”, reconocen los autores del informe. “La actividad económica
débil a finales de 2012 y a principios de 2013 pone de manifiesto que persisten
ciertos factores que frenan el crecimiento”, concluyen los expertos del FMI, en
el informe anual presentado el 16 de abril 2013: Perspectivas de desarrollo de
la economía mundial (World Economic
Autlook). Después de cinco años el capitalismo sigue completamente
empantanado en la crisis más profunda desde los años 30, sin que haya ninguna
razón sólida para pronosticar una salida inmediata a esta situación. La
burguesía ha evitado el colapso de la economía mundial gracias al mayor rescate
público del sistema financiero que jamás ha conocido la historia, y a la
imposición de políticas de austeridad que están socavando las conquistas del
movimiento obrero logradas en las cinco décadas pasadas. Eso significa
que los desequilibrios de fondo acumulados en la economía mundial siguen sin
resolverse, pero que otros nuevos se están desarrollando. El salvamento con
dinero público de la gran banca ha colocado la deuda pública de las naciones
capitalistas en unos niveles sin precedentes, cuando ya antes de la crisis
había alcanzado cotas históricas y actuando como uno de sus agravantes. La
especulación financiera sigue dominando la actividad económica, alimentada por
un acceso ilimitado y barato a la liquidez, y la sobreproducción persiste en
todos las ramas fundamentes de la economía. A lo sumo, lo que han conseguido es
disfrazar temporalmente todas esas contradicciones, preparando el terreno para
que emerjan nuevas sacudidas y convulsiones en un futuro más o menos próximo.
¡Que alguien empuje! Parecería ser la conclusión
de estos voluminosos reportes anuales que el FMI, presenta como si fueran
aportes “técnicos” para solucionar problemas económicos que ellos son directos
responsables, manejar este sistema capitalista decadente, por instituciones
como el FMI es éticamente inmoral.
La profundidad y extensión de la crisis, con
un desempleo de masas de carácter estructural, y la política actual de los
gobiernos en todo el mundo, está precipitando una convulsión social que lleva
directamente a un proceso agudo de diferenciación social, la ruina de las
clases medias y la proletarización general de la sociedad. Acontecimientos
históricos que están provocando un cambio radical en la psicología y la actitud
de millones de trabajadores, jóvenes y desempleados para avanzar hacia una
alternativa y esperanza diferente.
*Director Grupo Editor del Norte
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