Por Lucio Agustin Torres *
En entrevista al diario El País de España, el presidente
peruano Ollanta Humala, ante una pregunta sobre su posición ideológica, dijo: “Yo
no soy de izquierda. Yo soy un nacionalista que ha recogido las banderas de la
justicia social. En realidad, esa división entre izquierda y derecha es algo
del pasado. Esas divisiones entre izquierda, derecha y centro están obsoletas, Yo
soy de abajo, y ahora soy de todos”
El curso de los acontecimientos sobre los conflictos
sociales, primero conga y ahora tintaya, sumados a la centena de conflictos
sociales dejados por el gobierno corrupto de García, es la
mejor manera a determinar, el desempeño y la forma
como este gobierno, que se presento como alternativa de transformación
en la época de elecciones, una vez en el gobierno ; actúa como los anteriores
periodos(Fujimori, Toledo, García) criminalizando la protesta social, con los
resultados sangrientos que conocemos. Otro elemento a tomar en cuenta es que la
mayoría de estos conflictos sociales son mineros, medio ambientales, es decir
los actores son comunidades nacionales, cuya lucha es por sus tierras, agua,
biodiversidad y de otro lado empresas nacionales e inversiones extranjeras, ávidas
de sacar el mayor provecho de los recursos naturales que tiene el País.
Nuestro País posee en efecto considerables reservas, cuya
explotación se vuelve rentable a medida que el precio internacional de los metales
en el mercado internacional se incrementa. En este contexto, los gobiernos
sucesivos han implementado progresivamente, desde 1990; una serie de reformas
destinadas, en primer lugar, a facilitar las inversiones orientadas a la explotación
de los recursos mineros, y; en segundo lugar, a mitigar los impactos negativos
que tuviera esta explotación. (Otra vez la apuesta por un modelo económico primario-exportador).
Tintaya, dos muertos, decenas de heridos (población civil
y fuerzas del orden) estado de emergencia - La situación de frustración y
malestar de la población se debe precisamente al incumplimiento del convenio
marco de parte de la empresa. Este convenio plantea 21 puntos, sobre todo,
referidos a trabajo, salud, cuidado del medio ambiente y protección de los
derechos humanos. Uno de los incumplimientos de la empresa es no haber
realizado monitoreo ambientales permanentes y participativos. Por otro lado,
hay maltratos físicos permanentes contra los dirigentes del Frente Regional de
Espinar. Una de las peticiones que la población ha esgrimido como fundamental
es el cambio de gerentes de relaciones comunitarias, quienes en lugar de salir
a dialogar durante estos conflictos, se repliegan para sacar a mil efectivos de
la policía que proceden generalmente de manera bastante violenta como este
pasado jueves, que han torturado a varios jóvenes, luego los han encerrado en
la zona llamada “7 esquinas”, y ha tenido que ingresar el mismo director del
Hospital Regional de Espinar para sacarlos en ambulancias.
Siguiendo con la lógica del presidente Ollanta Humala que
en la entrevista dice: “que es de abajo” pero, gobierna para los de arriba.
La rabia y el descontento de tintaya, es la desilusión de millones de
peruanos que vieron en este gobierno un cambio, cada día alejándose más. Es decir pura Traición.
*Director del Grupo Editor del Norte.
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