Por
Lucio Agustín Torres *
En pleno debate electoral
(2016), con estrategia y cálculo político; el candidato PPK – presento al País
por televisión, el libro de Alfonso Quiroz: La historia de la corrupción en el Perú manera de distanciarse de la candidata de la corrupción,
Keiko Fujimori; representante directo
del activo y pasivo político de su padre – también; por su jefe de
campana, investigado por la DEA –lavado dinero,
Narcotráfico – punto de inflexión, para inclinar la balanza en favor del
actual Presidente. “La corrupción es un fenómeno que ha afectado al Perú a lo
largo de su historia. El ofrecimiento y la recepción de sobornos, la
malversación y mala asignación de fondos públicos, los escándalos financieros y
políticos, el fraude electoral, el tráfico de influencias, son algunas de las
formas en que se ha manifestado. Pero, más allá de las repercusiones
mediáticas, ¿cuánto sabemos sobre las causas específicas de la corrupción en el
país y los costos económicos e institucionales que ha generado?”
Para Alfonso Quiroz, estamos
frente a un problema sistémico que no solo permanece en el tiempo, sino que
además cambia, se perfecciona y se torna por momentos incontrolable y lesivo
para los intereses de millones de peruanos que, aún después de sucesivas
bonanzas, siguen siendo pobres.
Odebrecht - la empresa brasileña,
que protagoniza el mayor escándalo de corrupción en América Latina, aseguró que
a cambio de pagar cerca de 788 millones de dólares en sobornos entre 2001 y
2016 en 12 países (incluido Brasil), ganó por encima de 3 mil millones de
dólares, de acuerdo al documento difundido por el Departamento de Justicia de
los Estados Unidos. Es decir, por lo menos cuatro veces más. Odebrecht tiene operaciones comerciales en el
Perú hace años - entre 2005 y 2014 (Toledo, García y Humala) pagó sobornos a
funcionarios peruanos por cerca de 29 millones de dólares para asegurar
contratos de obras públicas. La compañía también afirmó que con el pago de
estos sobornos en Perú se benefició por más de US$ 143 millones. En el
documento, se da cuenta de un pago de
US$ 20 millones realizado entre 2005 y 2008, es decir, durante el gobierno
de Alejandro Toledo y Alan García. También
se afirma que se realizó el pago de otro soborno por un millón 400 mil dólares realizado en 2008 para que un
"alto funcionario" pueda influenciar en el comité de licitación y
asegure el contrato de un proyecto de "transporte público" que obtuvo
en 2009. La danza de millones, recae en tres gobiernos y en personajes
políticos que hoy día están barbas en remojo, debido a la magnitud del
escándalo latinoamericano. Los años
de los presuntos sobornos señalados por Odebrecht coinciden con la firma del
contrato en 2009 del tramo 1 de la Línea 1 del Metro de Lima entre el Gobierno
y el consorcio integrado por Odebrecht y la constructora peruana Graña y
Montero, cuyo accionista es PPK (25% acciones). La obra se adjudicó a Odebrecht
y Graña - Montero en el gobierno de Alan García y fue impulsada a través de un
esquema legal excepcional.
Pero
esta historia de corrupción, se traslada a la interoceánica -La
Interoceánica Sur, demandó una inversión de cerca de 2 mil millones de dólares,
un presupuesto que estuvo marcado por denuncias e irregularidades que
involucran a autoridades peruanas y empresas brasileñas.
La construcción de la
obra se inició oficialmente en marzo de 2006 sin Estudio de Impacto Ambiental y
sin pasar por el Sistema Nacional de Inversión Pública que, según los expertos,
en la práctica significaba no demostrar la rentabilidad social y económica de
la obra. La concesión fue entregada solo con un Estudio de Factibilidad y no
con un Estudio Definitivo de Ingeniería, lo que hizo que se subestimaran los
costos de inversión y se abriera una puerta para que los propios concesionarios
definieran los costos adicionales y el aumento del presupuesto. En 2005, la construcción de la Interoceánica Sur se estimó en unos 800
millones de dólares, en 2008 creció a mil 303 millones de dólares y a marzo de 2015 bordeó los dos mil
millones de dólares, según cifras oficiales. La inversión de la obra estuvo
camino a triplicarse con el cambio reiterado de los contratos: 22 adendas para
los tramos 2, 3 y 4 de la carretera. Ahora se sabe, Camargo Correa; una de las
empresas que participo en el proyecto de la interoceánica, hizo aportes a la
campana política 2011 del Ex Presidente Toledo; y su hombre de confianza, el
mismo que le dio la plata para que compre, su casa de la suegra y Ecoteva –
Joseph Maiman.
Los
trenes eléctricos han marcado la trayectoria del ex mandatario peruano Alan
García y la compañía brasileña Odebrecht. Mientras en Perú, el tren eléctrico
de Lima quedó paralizado por más de dos décadas debido a las denuncias de
corrupción que García enfrentó en su primer gobierno; Cuando
Alan García volvió al poder en 2006, resucitó la idea de echar a andar el tren
que en su gestión anterior quedó trunco porque Sergio Siracusa Mulle, el
representante del consorcio Tras lima (a cargo de las obras), declaró ante las
autoridades italianas y ante la fiscal peruana Flor de María Maita haber
entregado más de 200 millones de dólares en sobornos al ex mandatario entre
pagos en efectivo y depósitos en cuentas en el extranjero (Gran Caimán).
Toda
esta danza de millones y de favores mafiosos, en dos gobiernos del doctor bamba
y Odebrecht, termino en un regalo, al final del gobierno aprista: “El cristo de
la Corrupción”.
“La
plata llega sola” expreso Alan García, también con el traidor nacionalista
Ollanta Humala, en informe de la policía de Brasil, que investiga el caso Lava
Jato, se encontraron documentos donde se vincula al presidente
Ollanta Humala a un monto de 3 millones de dólares.
En el reporte policial, se
menciona que el monto aparece en una planilla que el equipo de análisis de esta
institución consideró, en otra parte del informe, que fue diseñada por el
propio Marcelo Bahía Odebrecht, máximo representante de este grupo empresarial,
para destinar recursos al “margen de la ley”. Durante el gobierno de Ollanta
Humala, Odebrecht Perú Ingeniería Construcción SAC contrató entre julio de 2012
y diciembre de 2014 por más de mil 300 millones de soles por cuatro proyectos
de infraestructura, según el sistema electrónico de contrataciones del Estado.
Este monto no incluye la concesión por 34 años del Gasoducto Sur Peruano por
más de 7 mil 300 millones de dólares
.
Razón tenía Gonzales Prada:
“Perú es un organismo enfermo, donde se aplica el dedo brota pus” sincero fue
el juramento del congresista que juro “Por Dios y por la plata” ¿Cuántos políticos
hacen lo mismo? “Cada País tiene las
autoridades que se merece”
*Director Grupo Editor del Norte