Por Lucio Agustín Torres*
Hay veces en las que algunas personas fingen estar
tristes para dar pena a los que las rodean. También hay personas que, aunque
realmente no lo sientan de verdad, lloran; pero no son lágrimas de sufrimiento ni
de pesadumbre real, sino que son más bien fingidas. Pues bien, a todas esas
lágrimas derramadas sin sentimiento, que no son de verdad, sino que son
fingidas se las llama lágrimas de cocodrilo. El viernes por la mañana, una
escuela primaria en Connecticut se convirtió en un infierno para los niños. Era
un lugar de inocencia, un refugio donde los pequeños aprendían, reían y
jugaban. Ahora, es un sitio de conmoción y dolor, con una escena del crimen
espeluznante. Veintiséis personas muertas, veinte son inocentes niños.
A principios de este verano, un cine en Colorado también
fue marcado por la tragedia después de que un atacante mató a tiros a 12
personas en la proyección de la última película de Batman. El ocho de enero del
2011, Jared Lee; con una pistola semiautomática y tres cartucheras, intento
matar a la congresista Gabrielle Giffords – matando a seis personas y dejando a
trece heridos. La universidad de Virginia Tech, el dieciséis de abril del 2007
un estudiante coreano mato a treinta dos personas. En abril de 1999 los
estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold irrumpieron en el instituto Columbine
de Littleton, Colorado matando a tiros a doce estudiantes y un profesor antes
de suicidarse, los atacantes iban armados con un fusil de asalto dos escopetas
y un revólver.
¿Cómo paramos esta maldita violencia? ¿Parar?… Este es un
negocio muy lucrativo.
Sabe usted amigo lector, que en los EE.UU. existe el
doble de tiendas que venden armas que de alimentos frescos, y en el 2012 se han
realizado dos millones de transacciones de armas de fuego. Tome aliento y lea
bien lo que trataremos de explicar: En
EEUU hay alrededor de 60.000 tiendas que venden armas de fuego.
Eso incluye desde armerías hasta supermercados. Es casi el doble de las tiendas
de alimentos frescos (36.000), más de cuatro veces los McDonald's (14.000) y la
mitad de las gasolineras (144.000) del país. En lo que va de año se han
realizado dos millones
de transacciones de armas de fuego (en las que al menos se
compró o se vendió una). Las posibilidades de que las autoridades prohíban una
de estas operaciones son del 0,24%. Esas cifras implican que en Estados Unidos
hay 88.8 armas de fuego por cada 100 habitantes, el promedio más alto en el
mundo, de acuerdo con un análisis de datos de las Naciones Unidas para el
Control de Drogas, Gallup, Pew Investigación y Harris Interactivo. En el país
se reconoce la posesión de armas como un derecho constitucional y defiende este
derecho la Asociación Nacional del Rifle, una poderosa organización que actúa
en el Congreso y como la organización de derechos civiles más antigua del país.
Posee cuatro millones de socios. La violencia siempre produce violencia, mas en
una sociedad donde las armas de fuego, son un producto cuyo valor está asociado
al lucro. El 70% de las armas capturadas a los narcotraficantes en México han sido compradas en EEUU. A su vez EE.UU.
es uno de los primeros exportadores de armas cortas a nivel mundial. Entre 2006
y 2011, solo la venta de escopetas de caza creció en un 30%. El año pasado, de
los 14.000 asesinados en EE UU, 10.000 lo fueron por armas de fuego. Según
datos oficiales, en 2009 hubo casi 600 muertos en accidentes causados por armas
y casi 19.000 suicidios por el mismo medio.
Pese a todo, durante los primeros cuatro años de la
Administración de Barack Obama no se ha pasado ni una sola ley relativa al
control de las armas. EE.UU. no solo sufre una crisis económica, que lleva
cuatro largos años de penuria a sus ciudadanos, también sufre de una crisis
moral y ética, producto de la decadencia de su clase política, reflejo de una
rotunda hipocresía en su accionar y actos políticos. Esto va más allá de alguna
lágrima de cocodrilo. ¿Cuántas lágrimas producirá la asociación nacional del
rifle, por estas acciones de violencia? Amigos desinteresados en los aportes
económicos de la última campana electoral para ambos candidatos y lobistas
crónicos en los fueros del congreso, para que nada se mueva en contra de sus
intereses. Más de un millón de personas han muerto a tiros en EE UU durante los
últimos cuarenta años. ¿Quién desarma a EE.UU.?
La violencia armada en EE.UU. es una “epidemia social”
producto de la descomposición de las clases sociales: el 99% de la población
empobrecida, hundida en la depresión de ver su realidad, económica, social cada
vez mas camino al abismo, el 1% viviendo en la indiferencia absoluta, de creer
que su burbuja de comodidad y confort nunca explotara.
“Nuestros corazones están rotos” expreso el Presidente
Obama, horas después de la tragedia y es verdad, pero; no puede ser solo un
estado de ánimo, mirar el cuadro desgarrador del dolor y sufrimiento de padres
y familiares de las víctimas, esta vergüenza nacional, debe levantarse como indignación
y presionar a las esferas más altas del Poder, en que esta situación ha llegado
al límite. Tiene que cambiar.
* Director Grupo Editor del Norte