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jueves, 11 de julio de 2013

El Trabajo hoy, en Estados Unidos










Por Lucio Agustín Torres





Erase una vez, en los Estados Unidos; que cualquier persona que estaba dispuesta a trabajar duro por su familia y su realización personal, podría salir y encontrar un trabajo bien remunerado que apoyaría un estilo de vida de clase media. Ahora, esos días se han ido para siempre.
Tratando de encontrar un puesto de trabajo en los Estados Unidos hoy en día puede ser una experiencia muy frustrante. La mayoría de los puestos de trabajo que están disponibles parecen pagar muy poco, y hay una intensa competencia para casi cualquier tipo de trabajo disponible. Nuestra economía simplemente no produce suficientes empleos para todos ya, y el porcentaje de "buenos empleos" sigue disminuyendo. Eso significa que cada vez es realmente difícil encontrar un trabajo que le permita mantener a una familia, y mucha gente termina haciendo trabajos que están sobre cualificados masivamente. Una cosa que hemos visto en los últimos años es una explosión en el número de "trabajadores temporales" Incluso algunas de las empresas más grandes de América están usando este sistema. A ellos les gusta la flexibilidad de poder traer a los trabajadores cuando los necesitan y de ser capaz de deshacerse de ellos en el momento que no los necesitan más. Por desgracia, los que trabajan en la "industria temporal" a menudo trabajan en condiciones deplorables por muy poco dinero.
El número de trabajadores a tiempo parcial en los Estados Unidos acaba de alcanzar un nuevo máximo histórico, hoy en día, sólo el 47 por ciento de los adultos tienen un trabajo de tiempo completo. A pesar de que la economía de EE.UU. ha creado cerca de 200.000 empleos en junio, el número de empleos a tiempo completo en realidad disminuyó. Uno de cada diez empleos en los Estados Unidos es a través de una agencia de trabajo temporal. La industria de manufactura ha perdido empleos durante cuatro meses consecutivos. De acuerdo con una encuesta reciente, el 76 por ciento de todos los estadounidenses están viviendo de cheque a cheque. La tasa oficial de desempleo ha sido del 7,5 por ciento o más durante 54 meses seguidos. En este punto, uno de cada cuatro trabajadores estadounidenses tiene un trabajo que paga $ 10 por hora o menos.
Hoy en día, los Estados Unidos en realidad tienen un mayor porcentaje de trabajadores que realizan un trabajo de salarios bajos que cualquier otra nación industrializada. De acuerdo con un estudio que fue publicado por el Centro para la Investigación Económica y Política, sólo el 24,6 por ciento de todos los empleos en los Estados Unidos califican como "buenos empleos", En este punto, un asombroso 53 por ciento de todos los trabajadores en Estados Unidos gana menos de $ 30,000 al año.
Según un estudio sobre el tema de empleo; el trabajo debe pagar por lo menos $ 18.50 por hora, este es el equivalente al salario medio por hora de los trabajadores estadounidenses en 1979 después de ajustar la inflación. El trabajo debe facilitar el acceso al seguro de salud patrocinado por el empleador y el empleador debe pagar al menos una parte del costo de ese seguro. El trabajo debe permitir el acceso a un plan de jubilación patrocinado por el empleador. Pero; lamentablemente todo esto ha retrocedido.
¿Y entonces, por qué el sistema es así? ¿Por qué se beneficia a quienes no lo necesitan a costa de la miseria del resto?  Vicenç Navarro lo explica con claridad meridiana: “En realidad, las políticas fiscales que definen quién paga impuestos y en qué cantidad no vienen definidas por factores económicos, sino por factores políticos, lo cual quiere decir por el poder e influencia que distintos colectivos de personas tienen en nuestras sociedades sobre las instituciones políticas (y mediáticas). Y de estos colectivos, los ricos y súper - ricos (lo que solía llamarse la clase capitalista o burguesa, términos hoy abandonados por considerárseles anticuados) son los más influyentes. El hecho de que no se hable de clases sociales y lucha de clases en EE.UU. se debe precisamente a su enorme poder sobre las instituciones políticas y mediáticas. Como consecuencia, la versión convencional de la estructura social de nuestros países afirma que las clases sociales básicamente han desaparecido, puesto que la mayoría de ciudadanos pertenece a la clase media, aceptando que por encima están los ricos –la clase alta– y por debajo los pobres –la clase baja–. Por lo demás, hablar de clase capitalista o burguesía, pequeña burguesía, clase media y clase trabajadora (la mayoría de la población) considera el tema muy anticuado. Las ciencias sociales, sin embargo, son ciencias. Y la clase social es una categoría científica. Y en ciencia no debe confundirse antiguo con anticuado. La ley de la gravedad es muy antigua, pero no es anticuada. Si lo duda, salte de un cuarto piso y lo verá.
En esto, Warren Buffet multi - millonario inversor financiero tiene razón cuando declaro:la lucha de clases sigue existiendo, pero la mía va ganando“. ¿Tan ciegos estamos que no vemos como se benefician de nuestro propio esfuerzo, llamado trabajo?

sábado, 15 de diciembre de 2012

Lagrimas de Cocodrilo






Por Lucio Agustín Torres*



Hay veces en las que algunas personas fingen estar tristes para dar pena a los que las rodean. También hay personas que, aunque realmente no lo sientan de verdad, lloran; pero no son lágrimas de sufrimiento ni de pesadumbre real, sino que son más bien fingidas. Pues bien, a todas esas lágrimas derramadas sin sentimiento, que no son de verdad, sino que son fingidas se las llama lágrimas de cocodrilo. El viernes por la mañana, una escuela primaria en Connecticut se convirtió en un infierno para los niños. Era un lugar de inocencia, un refugio donde los pequeños aprendían, reían y jugaban. Ahora, es un sitio de conmoción y dolor, con una escena del crimen espeluznante. Veintiséis personas muertas, veinte son inocentes niños.
A principios de este verano, un cine en Colorado también fue marcado por la tragedia después de que un atacante mató a tiros a 12 personas en la proyección de la última película de Batman. El ocho de enero del 2011, Jared Lee; con una pistola semiautomática y tres cartucheras, intento matar a la congresista Gabrielle Giffords – matando a seis personas y dejando a trece heridos. La universidad de Virginia Tech, el dieciséis de abril del 2007 un estudiante coreano mato a treinta dos personas. En abril de 1999 los estudiantes Eric Harris y Dylan Klebold irrumpieron en el instituto Columbine de Littleton, Colorado matando a tiros a doce estudiantes y un profesor antes de suicidarse, los atacantes iban armados con un fusil de asalto dos escopetas y un revólver.
¿Cómo paramos esta maldita violencia? ¿Parar?… Este es un negocio muy lucrativo.
Sabe usted amigo lector, que en los EE.UU. existe el doble de tiendas que venden armas que de alimentos frescos, y en el 2012 se han realizado dos millones de transacciones de armas de fuego. Tome aliento y lea bien lo que trataremos de explicar: En EEUU hay alrededor de 60.000 tiendas que venden armas de fuego. Eso incluye desde armerías hasta supermercados. Es casi el doble de las tiendas de alimentos frescos (36.000), más de cuatro veces los McDonald's (14.000) y la mitad de las gasolineras (144.000) del país. En lo que va de año se han realizado dos millones de transacciones de armas de fuego (en las que al menos se compró o se vendió una). Las posibilidades de que las autoridades prohíban una de estas operaciones son del 0,24%. Esas cifras implican que en Estados Unidos hay 88.8 armas de fuego por cada 100 habitantes, el promedio más alto en el mundo, de acuerdo con un análisis de datos de las Naciones Unidas para el Control de Drogas, Gallup, Pew Investigación y Harris Interactivo. En el país se reconoce la posesión de armas como un derecho constitucional y defiende este derecho la Asociación Nacional del Rifle, una poderosa organización que actúa en el Congreso y como la organización de derechos civiles más antigua del país. Posee cuatro millones de socios. La violencia siempre produce violencia, mas en una sociedad donde las armas de fuego, son un producto cuyo valor está asociado al lucro. El 70% de las armas capturadas a los narcotraficantes en México   han sido compradas en EEUU. A su vez EE.UU. es uno de los primeros exportadores de armas cortas a nivel mundial. Entre 2006 y 2011, solo la venta de escopetas de caza creció en un 30%. El año pasado, de los 14.000 asesinados en EE UU, 10.000 lo fueron por armas de fuego. Según datos oficiales, en 2009 hubo casi 600 muertos en accidentes causados por armas y casi 19.000 suicidios por el mismo medio.
Pese a todo, durante los primeros cuatro años de la Administración de Barack Obama no se ha pasado ni una sola ley relativa al control de las armas. EE.UU. no solo sufre una crisis económica, que lleva cuatro largos años de penuria a sus ciudadanos, también sufre de una crisis moral y ética, producto de la decadencia de su clase política, reflejo de una rotunda hipocresía en su accionar y actos políticos. Esto va más allá de alguna lágrima de cocodrilo. ¿Cuántas lágrimas producirá la asociación nacional del rifle, por estas acciones de violencia? Amigos desinteresados en los aportes económicos de la última campana electoral para ambos candidatos y lobistas crónicos en los fueros del congreso, para que nada se mueva en contra de sus intereses. Más de un millón de personas han muerto a tiros en EE UU durante los últimos cuarenta años. ¿Quién desarma a EE.UU.?
La violencia armada en EE.UU. es una “epidemia social” producto de la descomposición de las clases sociales: el 99% de la población empobrecida, hundida en la depresión de ver su realidad, económica, social cada vez mas camino al abismo, el 1% viviendo en la indiferencia absoluta, de creer que su burbuja de comodidad y confort nunca explotara.
“Nuestros corazones están rotos” expreso el Presidente Obama, horas después de la tragedia y es verdad, pero; no puede ser solo un estado de ánimo, mirar el cuadro desgarrador del dolor y sufrimiento de padres y familiares de las víctimas, esta vergüenza nacional, debe levantarse como indignación y presionar a las esferas más altas del Poder, en que esta situación ha llegado al límite. Tiene que cambiar.


* Director Grupo Editor del Norte