Por
Lucio Agustín Torres
La reciente aprobación, sin discusión y por unanimidad,
del Tratado de Libre Comercio entre Perú y la Unión Europea, trae nuevamente a la
mesa de discusión; ¿Cuánto benefician los acuerdos comerciales, firmados por el
Perú? ¿Y en qué condiciones se está hipotecando el futuro desarrollo del País?
Haciendo memoria los ex – ministros de los gobiernos de
Toledo y García , Alfredo Ferrero y Mercedes Araoz, visibles negociadores del TLC con
Estados Unidos, en una propaganda maniquea y multimillonaria en su momento, dijeron
por ejemplo; que las ventajas
comparativas a la firma del tratado con los Estados Unidos iba producir, el País
se beneficiaria con un millón de empleos, y nuestras exportaciones, en especial
las textiles que son nuestro primer producto industrial en el exterior, se iban
a ver favorecidas. Los datos del Comité
Textil de la Sociedad nacional de Industrias indican que en el 2009, año en que
entró en vigencia el TLC, las exportaciones textiles cayeron 28%.No sólo es el
caso de las exportaciones textiles, sino que con el TLC toda la balanza comercial
ha sido favorable a los EEUU. En efecto, el gran vecino del norte venía
teniendo notorio déficit comercial con Perú. Ese déficit comercial que tiene
con nosotros sólo los ha logrado revertir a partir del año 2008. Lo que fue
posible porque EEUU incrementó sus exportaciones al Perú en 50% y sus
importaciones en sólo 10% durante 2008. Mientras que en 2009 redujo más sus
importaciones del Perú (-27%) de lo que cayeron sus exportaciones a nuestro
país (-20%).Peor aún, con el pretexto del TLC se dieron una serie de Decretos
Legislativos que violaban derechos indígenas y llevaron al baguazo. Mercedes
Araoz, que trabajó con Alfredo Ferrero en el equipo negociador del TLC,
sustentó públicamente que si se derogaba el DL forestal, se venía abajo el TLC.
Fue mentira; como mentira fue el millón de empleos que ofrecieron a los
peruanos. Un elemento central de los Tratados de Libre Comercio (TLC) que el
Perú ha suscrito, son las garantías otorgadas a los inversionistas foráneos.
Dichas garantías -que pueden ser de lo más diversas- apuntan a “mantener las
reglas de juego” y “blindar” al inversionista foráneo contra posibles
arbitrariedades del estado. En principio, tendría sentido otorgar algunas
garantías al extranjero para que invierta y opere con tranquilidad. El problema
es que en el Perú dichas garantías se han manejado sin criterio, sin
responsabilidad, y sin transparencia. Como vemos ahora con la firma del TLC con
la Unión Europea, sin discusión – como es el modo de operar del gobierno de la
gran continuación. Así, en los TLC se
han hecho concesiones que rebasan los límites de lo justo y lo prudente, y al
estado le ha tocado repetidamente lo angosto del embudo.
Este
es el caso de Doe Run considerada por la agencia ambiental de EE.UU. “como la
industria más contaminadora”. Cuyos inicios de sus operaciones en el Perú (1997).
Solo ha traído perjuicios, no solo de aspectos medio ambientales (destrucción de
ríos, forestación, etc.) al estado peruano, en el pago de sus obligaciones
tributarias: “el balance de pérdidas y ganancias de Doe Run para 1998-2004 da
una pérdida neta de US$ 24.6 millones. Sin embargo, en el mismo período el
envío de fondos a su casa matriz y a los bonistas en EEUU fue de US$ 130.7
millones” también perjuicio a la población que vive en la zona de la Oroya y sus
alrededores, 80% de la niñez de la zona tiene alta concentración de plomo en la
sangre. Doe Run ha sido expulsada de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo
y Energía, por repetidas transgresiones a la ética empresarial. Actualmente ha
demandado al estado peruano por US$ 800 millones. La explicación: está protegida por el
TLC Perú-EE.UU.
¿Qué
dicen ahora los felipillos que en su momento hicieron suya la defensa del TLC
con Estados Unidos? Los “lideres” de la comunidad peruana en el estado de New
Jersey ¿De lo que estamos exponiendo? No se oye…padre. ¿Así que líderes?…
vende Patria, Eso es lo que son.
Director Grupo Editor
del Norte