martes, 17 de mayo de 2011

Deuda y desempleo


Lucio Agustín Torres *

La deuda pública estadounidense el 8 de julio de 2010 era de 13.192 billones de dólares, frente a una proyección del PIB de 14.743 billones de dólares. En abril de 2010, China era tenedora de bonos del Tesoro estadounidense por valor de 900.200 millones de dólares, rebasando el valor de los bonos estadounidenses en manos del Japón, por un montante de 795.500 millones de dólares. En 2007, las obligaciones de deuda –tanto no hipotecaria como hipotecariamente respaldada por— de las mayores empresas públicamente patrocinadas de los EEUU (GSE, por sus siglas en inglés), como Fanny Mae y Freddy Mac, sumaba un total de 7,37 billones de dólares.
El anterior Secretario de Estado, Hank Paulson, reveló en una memoria recientemente publicada que en agosto de 2008, de visita en Pekín por los Juegos Olímpicos, fue informado por funcionarios chinos de que “altos funcionarios rusos habrían sugerido [tiempo atrás] al más alto nivel a los chinos coordinarse para poner en venta conjuntamente enormes cantidades de títulos de las GSE, a fin de forzar a una intervención de emergencia de las autoridades de los EEUU para salvar a esas empresas”. Paulson dijo que, aunque “los chinos declinaron cooperar”, la información resultaba de todas formas “profundamente perturbadora”, puesto que “una venta masiva podría crear un repentina pérdida de confianza en las GSE y sacudir los mercados de capitales”. En un artículo de opinión aparecido el 14 de junio de 2010 en Foreign Affairs y cofirmado por Benn Steil, socio veterano y director de International Economics, y Paul Swartz, analista del Centro de Estudios Geoeconómicos, los autores sugieren que “necesitando los EEUU vender 1,3 billones adicionales de deuda pública en 2009, el riesgo descrito por Paulson es, ciertamente, real”. Señalan que durante la década pasada, la propiedad extranjera de la deuda de los EEUU se incrementó espectacularmente. La tenencia en manos extranjeras de bonos del Tesoro creció de un 29% hasta un 48% del stock pendiente, mientras que la tenencia extranjera de deuda respaldada por las agencias públicas estadounidenses y por las GSE se había incrementado del 6% al 16%. Prácticamente todo el incremento habido en ambos casos respondía a la intervención de gobiernos extranjeros, y no compras de inversores privados. Y uno de los gobiernos era dominante: China. Según las estimaciones de los autores, China ha acumulado unos asombrosos 850.000 millones de dólares en títulos del tesoro y otros 430.000 millones de
dólares en deuda de las agencias públicas durante la pasada década: casi la mitad del total de la acumulación en manos de gobiernos extranjeros. (En abril de 2010, China era tenedora de títulos del Tesoro norteamericano por valor de 900.200 millones de dólares, rebasando el valor de los títulos estadounidenses en manos del Japón, por un montante de 795.500 millones de dólares.)
Los autores informan de que para algunos el miedo a que los chinos pudieran deshacerse de la deuda estadounidense anda equivocado. “Hacer eso sería proceder radicalmente en contra de sus propios intereses”, dijo el presidente de la Reserva Federal, Bern Bernanke, en 2006; una venta masiva precipitaría la caída del poder de compra local y global del dólar, tan temida por los chinos; así que los chinos no se cortarán la nariz para tener una cara más feroz. Pero un argumento análogamente defectuoso, alertan los autores, puede hacerse en relación con cualquier cautivo de un esquema piramidal de tipo Ponzi. Nadie que se halla prisionero de un esquema Ponzi quiere verlo colapsar, y sin embargo venderá, porque sabe que le irá todavía peor si son otros los que empiezan a vender antes que él. Así pues, se preguntan los autores, ¿cuál es el riesgo real de una venta masiva extranjera coordinada que pudiera desestabilizar completamente los mercados financieros? Su respuesta: “Es aquí donde Paulson deja caer el balón. Sólo nos dice que China rechazó el esquema ruso de coordinar la venta masiva de deuda de las GSE. Sin embargo, una venta a gran escala y casi simultánea de esa deuda es lo que realmente terminó por ocurrir. Según nuestros cálculos Rusia vendió por valor de 160.000 millones de dólares, prácticamente todos los títulos de que era tenedora, durante 2008, mientras que China vendió cerca de 70.000 millones de dólares entre junio de 2008, cuando más títulos atesoraba, y el final de ese año”. Y mientras duraron las ventas, el diferencial entre la deuda de las GSE y la deuda del Tesoro estadounidense se disparó. Entre 2003 y 2007, promediaba los 37 puntos básicos. Cuando Rusia comenzó a vender deuda de las GSE en enero de 2008, el diferencial llegó a los 57 puntos básicos. Cuando China comenzó a vender en julio, el incremento del diferencial obligó a las instituciones financieras de los EEUU emitir más y más títulos en apoyo de sus empréstitos. El gobierno puso a las GSE en el refrigerador en septiembre. Sin embargo, la venta china y rusa de deuda de las GSE se aceleró en el cuarto trimestre de 2008, como los diferenciales, que llegaron en noviembre a un máximo de 150 puntos básicos. El episodio ilumina los claros riesgos para los EEUU, y en realidad para el mundo entero, de la creciente dependencia estadounidense del préstamo público exterior, concluyen los autores.1
El problema no es la deuda sino el desempleo
Durante el último tiempo se ha enfatizado mucho el problema de la deuda, haciéndolo ver como el tema más relevante del momento. Se han tomado medidas de gran eficacia para aplicar recortes fiscales o reducciones salariales. Tan eficaces como aquellas destinadas a salvar a la banca de su rotundo colapso. Pero no se ha tomado ni una sola medida para la creación real de empleo. Se piensa que el empleo se generará automáticamente una vez que el mercado se estabilice. Sin embargo no se tiene en cuenta que la lenta recuperación multiplica por tres o cuatro veces la lenta recuperación del empleo. Algo de eso ya vimos en La persistencia del desempleo tras las crisis. Por eso que el tema no es la deuda sino el desempleo. A tres años de iniciada la crisis financiera y pese a que la economía ha experimentado un repunte en los últimos 12 meses, el desempleo sigue siendo el hueso más duro de roer. En Estados Unidos bordea oficialmente el 10%; pero el desempleo real llega al 16,5%. El problema mayor es la persistencia del desempleo, o la imposibilidad real de crear empleo.2

Director de blogs alternativos en la red *


Referencia
1- A pesar de la deuda exterior Blog DINERO
2- El problema no es la deuda… Blog DINERO


Publicado 04 Agosto 2010

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