Lucio Agustín Torres *
Ante una afirmación de un ciudadano, influenciado con la media tradicional, sobre “la recuperación económica “permítame explicarle algunos conceptos: Los bancos han acumulado cientos de miles de millones de pérdidas por su conducta irresponsable y después de enriquecer sin límite a sus propietarios y directivos. Han recibido billones de dólares para tapar sus agujeros patrimoniales y ayudas legales y financieras para ocultar sus quiebras, todo lo cual lo pagan los pueblos. Eso es un robo muy bien orquestado. Los súper ricos que ven aumentar constantemente sus ingresos y riquezas apenas pagan impuestos y solo los trabajadores y los pequeños y medianos empresarios han de proporcionar los ingresos de los estados. Eso es un robo perfectamente premeditado. Los bancos y los súper ricos operan en paraísos fiscales escondiendo sus beneficios y ocultando sus operaciones sucias de todo tipo. Eso es un robo institucionalizado. Los ricos obligan a que los recortes de gastos que llevan a cabo los gobiernos se centren en derechos sociales y no en los que les benefician a ellos, como las ayudas a la gran empresa, los militares o las subvenciones para competir con facilidad en los mercados. Eso es un robo a mano armada.
Los bancos cobran comisiones altísimas, obligan a suscribir cláusulas leoninas y a los clientes no les queda más remedio que aceptar lo que le imponen sin que los bancos centrales hagan nada para evitarlo. Eso es un robo en cuadrilla. Los especuladores manipulan los mercados y alteran el precio de de la deuda para exigir después a los gobiernos que apliquen nuevas políticas neoliberales. Eso es un robo con
alevosía. Las grandes empresas, de telefonía, de gas, de electricidad, petroleras… juegan con las empresas como mejor les conviene y cobran precios por encima de los de competencia. Eso es un robo a manos llenas.
Los especuladores manipulan los precios de las materias primas alimentarias y su precio sube por las nubes provocando hambrunas y millones de muertes. Eso es, como dice Jean Ziegler, un crimen organizado contra la Humanidad. Un reciente informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señaló que los precios de los alimentos alcanzaron en diciembre de 2010 un nuevo récord, por encima incluso de los máximos históricos registrados durante la crisis alimentaria sufrida en numerosos países del mundo en el segundo semestre de 2008.
La FAO indicó que los 55 productos alimenticios que analiza permanentemente, tuvieron en diciembre un incremento de 214.7 puntos por encima del récord histórico establecido en junio de 2008 que llegó a 213,5 puntos. Como un cáncer progresivo, los precios de los 55 productos han aumentado consecutivamente en los últimos seis meses. La crisis mundial que desde 2008 se inició en Estados Unidos y se extendió por todo el mundo, provocó inflación y aumento de los precios en los alimentos que tuvieron su máximo epicentro a mediados de ese año y que motivaron protestas masivas en numerosos países, principalmente africanos. La crisis económica junto a la aplicación de políticas neoliberales ha impulsado, en conjunto, al abandono de terrenos por parte de agricultores pobres que no pueden obtener el sustento necesario para mantener a sus familiares y emigran hacia las grandes ciudades en busca de algún trabajo. Los cambios climáticos, estimulados mayormente por países industrializados cuyas industrias envían a la atmósfera enormes cantidades de gases de efecto invernadero causantes del fenómeno, han incidido en grandes inundaciones, en unas regiones o sequías en otras que afectan las producciones agropecuarias. En este sentido, la FAO puntualizó que contrariamente a las perspectivas iniciales, la producción mundial de cereales se reducirá 2 % debido a las condiciones climáticas adversas, mientras que las reservas cereal eras descenderán de forma importante y agregó que en ese contexto, los consumidores no tendrán otra alternativa que pagar precios más elevados por los alimentos. Específicamente, el organismo internacional se refería a los precios en el mercado internacional del maíz, la soya, el trigo, azúcar, arroz y la cebada. Otro de los factores que han actuado en forma negativa ha sido la utilización de alimentos como el maíz, el sorgo y la caña de azúcar en la producción de biocombustibles. Los dos principales organismos financieros, El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que siempre han favorecido a las naciones ricas en detrimento de las grandes masas
desposeídas, han reconocido recientemente que sacrificar alimentos para producir biocombustibles agravará la hambruna. Un informe conjunto, estos organismos significaron que la situación del hambre se está tornando grave a raíz de que algunas naciones utilizan los alimentos para producir combustibles.
El BM y el FMI advirtieron que miles de personas padecerán de inanición si los precios de los alimentos continúan subiendo y que la crisis social causada por la inflación puede desencadenar en un conflicto de grandes proporciones en regiones de África, Asia y América Latina. Recordaron que en los últimos tiempos hubo disturbios en Haití, Filipinas, Sudán, Mozambique, Burkina Faso, Camerún, Somalia y Egipto. De esa forma, grupos inversores mueven el dinero hacia commodities donde puedan obtener altas rentabilidades a corto plazo. Este terminó en economía es cualquier producto destinado a uso comercial en el mercado internacional. Quien los compra no reconoce su origen, solo elige por precio y no por calidad como por ejemplo, los cereales. Por contundente realidad, decimos ¡Pues no señor; no hay recuperación!
Director de Blogs Alternativos en Red *
Publicado 18 enero 2011.
Ante una afirmación de un ciudadano, influenciado con la media tradicional, sobre “la recuperación económica “permítame explicarle algunos conceptos: Los bancos han acumulado cientos de miles de millones de pérdidas por su conducta irresponsable y después de enriquecer sin límite a sus propietarios y directivos. Han recibido billones de dólares para tapar sus agujeros patrimoniales y ayudas legales y financieras para ocultar sus quiebras, todo lo cual lo pagan los pueblos. Eso es un robo muy bien orquestado. Los súper ricos que ven aumentar constantemente sus ingresos y riquezas apenas pagan impuestos y solo los trabajadores y los pequeños y medianos empresarios han de proporcionar los ingresos de los estados. Eso es un robo perfectamente premeditado. Los bancos y los súper ricos operan en paraísos fiscales escondiendo sus beneficios y ocultando sus operaciones sucias de todo tipo. Eso es un robo institucionalizado. Los ricos obligan a que los recortes de gastos que llevan a cabo los gobiernos se centren en derechos sociales y no en los que les benefician a ellos, como las ayudas a la gran empresa, los militares o las subvenciones para competir con facilidad en los mercados. Eso es un robo a mano armada.
Los bancos cobran comisiones altísimas, obligan a suscribir cláusulas leoninas y a los clientes no les queda más remedio que aceptar lo que le imponen sin que los bancos centrales hagan nada para evitarlo. Eso es un robo en cuadrilla. Los especuladores manipulan los mercados y alteran el precio de de la deuda para exigir después a los gobiernos que apliquen nuevas políticas neoliberales. Eso es un robo con
alevosía. Las grandes empresas, de telefonía, de gas, de electricidad, petroleras… juegan con las empresas como mejor les conviene y cobran precios por encima de los de competencia. Eso es un robo a manos llenas.
Los especuladores manipulan los precios de las materias primas alimentarias y su precio sube por las nubes provocando hambrunas y millones de muertes. Eso es, como dice Jean Ziegler, un crimen organizado contra la Humanidad. Un reciente informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señaló que los precios de los alimentos alcanzaron en diciembre de 2010 un nuevo récord, por encima incluso de los máximos históricos registrados durante la crisis alimentaria sufrida en numerosos países del mundo en el segundo semestre de 2008.
La FAO indicó que los 55 productos alimenticios que analiza permanentemente, tuvieron en diciembre un incremento de 214.7 puntos por encima del récord histórico establecido en junio de 2008 que llegó a 213,5 puntos. Como un cáncer progresivo, los precios de los 55 productos han aumentado consecutivamente en los últimos seis meses. La crisis mundial que desde 2008 se inició en Estados Unidos y se extendió por todo el mundo, provocó inflación y aumento de los precios en los alimentos que tuvieron su máximo epicentro a mediados de ese año y que motivaron protestas masivas en numerosos países, principalmente africanos. La crisis económica junto a la aplicación de políticas neoliberales ha impulsado, en conjunto, al abandono de terrenos por parte de agricultores pobres que no pueden obtener el sustento necesario para mantener a sus familiares y emigran hacia las grandes ciudades en busca de algún trabajo. Los cambios climáticos, estimulados mayormente por países industrializados cuyas industrias envían a la atmósfera enormes cantidades de gases de efecto invernadero causantes del fenómeno, han incidido en grandes inundaciones, en unas regiones o sequías en otras que afectan las producciones agropecuarias. En este sentido, la FAO puntualizó que contrariamente a las perspectivas iniciales, la producción mundial de cereales se reducirá 2 % debido a las condiciones climáticas adversas, mientras que las reservas cereal eras descenderán de forma importante y agregó que en ese contexto, los consumidores no tendrán otra alternativa que pagar precios más elevados por los alimentos. Específicamente, el organismo internacional se refería a los precios en el mercado internacional del maíz, la soya, el trigo, azúcar, arroz y la cebada. Otro de los factores que han actuado en forma negativa ha sido la utilización de alimentos como el maíz, el sorgo y la caña de azúcar en la producción de biocombustibles. Los dos principales organismos financieros, El Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que siempre han favorecido a las naciones ricas en detrimento de las grandes masas
desposeídas, han reconocido recientemente que sacrificar alimentos para producir biocombustibles agravará la hambruna. Un informe conjunto, estos organismos significaron que la situación del hambre se está tornando grave a raíz de que algunas naciones utilizan los alimentos para producir combustibles.
El BM y el FMI advirtieron que miles de personas padecerán de inanición si los precios de los alimentos continúan subiendo y que la crisis social causada por la inflación puede desencadenar en un conflicto de grandes proporciones en regiones de África, Asia y América Latina. Recordaron que en los últimos tiempos hubo disturbios en Haití, Filipinas, Sudán, Mozambique, Burkina Faso, Camerún, Somalia y Egipto. De esa forma, grupos inversores mueven el dinero hacia commodities donde puedan obtener altas rentabilidades a corto plazo. Este terminó en economía es cualquier producto destinado a uso comercial en el mercado internacional. Quien los compra no reconoce su origen, solo elige por precio y no por calidad como por ejemplo, los cereales. Por contundente realidad, decimos ¡Pues no señor; no hay recuperación!
Director de Blogs Alternativos en Red *
Publicado 18 enero 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si deseas expresar tu punto de vista, escribenos a nuestro correo : editordelnortegroup@gmail.com.