martes, 17 de mayo de 2011

Verano 2010, ¿Recuperación o pesadilla?


Lucio Agustín Torres *

Después de todo, el mercado de valores fue avanzando lentamente de mayor manera todas las semanas y no había indicios convincentes de que la economía estaba en el rebote. ¿Qué mejor momento para el presidente Barack Obama cuando autorizo y dio luz verde a su paquete de estímulo fiscal de 787 (MMD) $? ¿Evitar que la crisis golpeara tan fuerte?
Todo eso ha cambiado ahora.
Cuando la crisis financiera provocó el año 2008 el empantanamiento de los mercados de crédito, la Reserva Federal de Estados Unidos respondió inyectando altas dosis de dinero en la economía, y como la crisis del crédito se propagó rápidamente a los países europeos, estos debieron responder con la misma receta. Junto a esto, los bancos centrales procedieron a bajar la tasa de interés a niveles cercanos a cero, pese a que ya habían estado bajas durante un lustro tras la crisis de la puntocom.
Desde ese momento comenzaron los debates en todo el mundo advirtiendo que se avecinaba una hiperinflación galopante similar a la que tuvo la República de Weimar. Hasta hace unos pocos meses, gran cantidad de expertos señalaba que la inflación estaba ad-portas y que era inevitable. Sin embargo, más que un peligro de inflación, lo que tenemos es un camino despejado y abierto hacia la deflación. Y si la inflación era considerada el peor de todos los males posibles para los bancos centrales, hay que advertir que el peligro de la deflación puede ser varias veces peor. ¿Qué harán entonces los bancos centrales?
En primer lugar los bancos centrales son los principales responsables de la crisis. Al supeditar los principios monetaristas por sobre los principios de la creación de valor real, los bancos centrales no solo profundizaron esas heridas abiertas que dejó el quiebre de Bretton Woods, que originó el desorden financiero que hoy tenemos, sino que contribuyeron a propagar una
globalización que se basó exclusivamente en los precios, sin tomar en cuenta el empleo y la creación real de valor. De esta forma los bancos centrales, con su pócima secreta de la tasa de interés, destruyeron una importante cantidad de empleo en el mundo, empleo que hoy es imposible de recuperar. Por eso estamos en esta espiral deflacionaria que no es otra cosa que un círculo vicioso de caída en la demanda → caída de los precios → impago de deudas → quiebras → despidos → reducción de salarios → más caída en la demanda, que es altamente peligroso y nocivo. En Estados Unidos, los precios se han reducido a su nivel más bajo en 50 años: el 0,4%, y la Reserva Federal reconoció formalmente que el país se enfrenta a una deflación que alterará fuertemente la recuperación económica. En Europa, la inflación subyacente llega al 0,8%, la cifra más baja desde que comenzaron los registros de la serie en 1991. La tendencia general de los precios, incluyendo los de las materias primas (cobre, oro, petróleo) es a la baja. A este ritmo, la deflación se convertirá en el gran problema global en muy poco tiempo. Y los bancos centrales no podrán hacer nada para evitarlo. Sólo seguir imprimiendo y profundizar más el daño que ya hicieron.
Las solicitudes por desempleo están aumentando, la industria manufacturera se está desacelerando, las ventas de viviendas han caído por un acantilado, el PIB se está reduciendo. Toda la noción de declarar "misión cumplida" sobre la recesión parece ridículo, por lo que "Verano de recuperación" se ha convertido en una pesadilla de relaciones públicas. La economía no ha alcanzado "velocidad de escape", como el zar de la economía, Lawrence Summers se jactó antes en el año. Estímulo deplorablemente insuficiente Es apenas cojeando y la perspectiva de otra caída de los telares más grande cada día. Obama se esfuma dejando un agujero enorme en el gasto que inevitablemente conducirá a una nueva contracción.
Eso es lo que hace que todo el "verano de recuperación" tono tan patético, demuestra hasta qué punto fuera de la economía, el toque de Obama y compañía es en realidad desastroso. La última caída fue de todo punto previsible. Obama tiene que deshacerse de la Wall Street de succión-ups y construir un nuevo equipo.
La tarea de la Fed es la de perpetuar el "mercado libre" fraude durante tanto tiempo como sea posible.
La Fed ha transferido 1,7 billones dólares en títulos tóxicos y préstamos morosos de los bancos a su propio balance de preservar la ilusión de que "todo está bien" y que precios de los activos eventualmente volverán a los niveles anteriores a la crisis. Todo es humo y espejos.
La Fed y el Tesoro han comprometido billones de fondos públicos colocando este sistema inestable, propenso a las crisis de nuevo juntas para preservar el ánimo de los centros de sus
principales grupos - los grandes bancos y Wall Street. El sistema en sí es una estafa diseñada para cambiar la riqueza de la clase media de rapaces financiero insuficientemente capitalizadas.
No es de extrañar que la confianza pase por el peor de todos los tiempos?
La inestabilidad de las bolsas de valores es la mejor temperatura de esta inestabilidad. Mientras tanto ¿Qué hacemos con los millones de desocupados?

Director de Blogs Alternativos en Red *



Publicado 24 agosto 2010

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