martes, 17 de mayo de 2011

Los mercados, Inestabilidad Económica.


Lucio Agustín Torres *

Los mercados de valores y las bolsas del mundo son el termómetro del desarrollo de los acontecimientos económicos. El parqué de la New York Stock Exchange (NYSE por sus siglas en inglés) está que arde y los inversores muestran una vez más sus dudas sobre la marcha de la economía norteamericana. Alan Valdés, estratega jefe de Kabrick Capital, declara: "No existen motivos para pensar en subidas, especialmente en lo que queda de verano. La presentación de resultados ha acabado, no habrá grandes noticias hasta las elecciones del próximo noviembre... por lo que el mercado operará a la baja”. Estados Unidos "puede elegir su veneno", bien sea la deflación o una doble recesión.
Al hablar del estancamiento de la economía de EEUU, Valdés puso de manifiesto que:
"si los bonos a 10 años tocan el 2%, iremos de cabeza a la deflación", algo que podría extenderse durante los próximos cinco años. Por supuesto "esta situación enfriaría la liquidez empresarial y desencadenaría más despidos".
Mientras todas las miradas se centran en Jackson Hole y el ansiado discurso del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, la agencia de calificación Standard & Poor's llamaba ayer la atención al gobierno estadounidense y dejó claro que éste necesita tomar medidas apropiadas para conservar su máximo rating de su deuda. Durante una entrevista con la agencia de noticias Dow Jones Newswire, el presidente del comité de calificación de deuda soberana de S&P, John Chambers, dijo que el Congreso de
EEUU debe tener muy en cuenta las propuestas de la Comisión Fiscal creada por el presidente Barack Obama, precisamente para intentar reducir el déficit y mantener su nota. "Es indispensable para la calificación crediticia de EEUU que la Cámara de Representantes considere detenidamente todas las propuestas de la comisión fiscal y tome las medidas oportunas", advirtió. Este hecho pone de manifiesto que, aunque de momento EEUU conserva intacta su Triple A con perspectiva estable, su descomunal déficit y el ahogo de su deuda comienzan a ser incómodas entre las agencias de calificación. Precisamente, según indicó el pasado mes de julio, David Beers, jefe global de calificación de deuda soberana, "la flexibilidad fiscal de EEUU no es ilimitada y en el mejor de los casos el porcentaje de su deuda respecto al PIB alcanzaría el 80%, aunque no descartamos que pueda superar el 100%". Al mismo tiempo el pesimismo sobre la moribunda recuperación de EEUU volvía a hacer acto de presencia de boca del economista Nouriel Roubini. El profesor de la Universidad de Nueva York dejó claro durante una entrevista con la CNBC que "el crecimiento del PIB estadounidense para el resto del año estará más cerca del 0% que del 1%". Roubini vaticinó que el país se enfrentará a una "falta de liquidez" y dijo que desde el punto de vista monetario, la Reserva Federal se ha quedado sin balas. Este comentario coincide con el editorial escrito ayer por el ex vicepresidente de la Fed, Alan Blinder, en el Wall Street Journal, donde recomendó al banco central estadounidense la compra de activos privados como bonos de deuda corporativos o préstamos para pequeñas y medianas empresas. Por su parte, Mohamed El-Erian, consejero delegado de Pimco, el fondo privado de bonos más grande del mundo, aseguró que la economía de EEUU "ha perdido" el momento para su recuperación.
También personajes como Albert Edwards , estratega de Société Générale , ha advirtió: " Los inversionistas en acciones están en un rudo golpe. La economía mundial se desliza de nuevo en recesión y todavía no son conscientes de que estos eventos desencadenar una nueva etapa en las valoraciones, el tercer mercado tienen importantes desde la valoración de la equidad estallido de la burbuja ", dijo. Bonos del Estado, que se consideran activos de riesgo menor en comparación con acciones, se han mantenido en la demanda durante la crisis y los rendimientos en un nivel bajo nivel en términos históricos - donde los rendimientos bajos indican una fuerte demanda. Los inversores deben prepararse para un " baño de sangre "y un nueva bajada de los rendimientos de los bonos.
Aunque se nos hizo creer que la inflación era el mayor de todos los males, el verdadero peligro está en la deflación. Pues bien, para evitar la ola deflacionaria que viene, la Reserva Federal de Estados Unidos prepara una nueva batería de recursos y estímulos que buscan impedir a toda costa el hundimiento total de la economía de este país.
Uno de los datos más reveladores lo da la fuerte caída en el consumo de Estados Unidos una caída histórica y acorde a la caída general de las bolsas en los últimos meses, incapaces de repuntar. Gran parte de esto es producto del masivo desempleo que, en términos reales supera el 16,5% (aunque el oficial está en el 9,5%). La nueva operación de rescate masivo que programa Ben Bernanke, no es otra cosa que volver a “tirar la plata en helicóptero”, tal como lo hizo hace dos años tras el colapso de Lehman Brothers, y cuyos objetivos los describimos en Rescatando al capitalismo en helicóptero. La imprenta y el helicóptero son las dos armas estratégicas con las que los gestores del actual modelo económico-monetarista piensan superar la crisis. ¿Será posible?
A medida que la recuperación económica muestra signos de pulverización caótica, todas las medidas de la Reserva Federal han demostrado ser inútiles porque no atacan el problema de fondo: la creación de empleo. Hasta Paul Krugman se ha quejado hoy de esta falencia que hemos señalado en varios artículos como en El problema no es la deuda sino el desempleo. Sin creación de empleo no hay consumo, y sin consumo ni siquiera se pueden pagar los intereses de la deuda. En estos dos años, la Fed ha comprado casi dos billones de dólares (el 14% del PIB) entre hipotecas basura y bonos del Tesoro. Pero el dinero no ha fluido hacia la economía real y sólo ha permitido a los bancos limpiar sus deprimidos balances. La llamada flexibilización cuantitativa ha tenido además un impacto negativo en la distribución de la riqueza. El Coeficiente de Gini para los Estados Unidos ha aumentado del 0,40 al 0,45, demostrando la ampliación de la brecha entre ricos y pobres, lo que constituye un fenómeno indeseable para una economía avanzada.
¿Habrá todavía gente que puedan hablar del sueno Americano?

Director de Blogs Alternativos en red *

Publicado 30 agosto 2010

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